Historia de Nuestra Señora de la Antigua Patrona de Almuñécar:
VISIGÓTICA Y LUEGO VELAZQUEÑA:
De
dónde surgió esta imagen que desde el siglo XVI veneran los sexitanos.
Los datos existentes, aparte de escasos, son poco fiables. Así unos
cuentan que apareció en un pozo por la calle Antigua en donde se le
construiría una ermita acaso sobre la planta de una pequeña mezquita (y
pozos hubo alguno más en la historia de la imagen cuando los
gabachos se hicieron napoleónicos invasores). Otros dicen que impidió
milagrosamente que los moriscos capitaneados por Aben Aboo, nombre de
malvado de comic pero en realidad el último vasallo u oportunista de un
sueño de la vuelta del Islam, en una noche del 15 de agosto de 1569,
accedieran al recito de la plaza fortificada. Esa noche, precisamente
bajo advocación de la Asunción, patrona de vírgenes, marcó en el
calendario que desde entonces se celebre como la fiesta patronal de la
muy noble ciudad de Almuñecar, antes la enigmática, y es desde entonces
que se la festeje en romería marítima con hachuelos y bengalas
Pero
no obstante todo apunta, y mucho más desde que se quitó su cubierta de
plata a fin de restaurarla y aparecer su verdadera naturaleza de madera
policromada, que es una virgen de campaña que acompañaba al ejército y
clavada a la silla de una caballería servía como estandarte de las
fuerzas militares. Pudo ser ese su origen y su procedencia. Y es
plausible que entrará con aquellas tropas de orgullosos castellanos y
que ocupará, como imagen venerada por la huestes de Reyna Isabel y Rey
Fernando, el patronazgo de la hasta entonces Al-Murecab por donde
entraran (Abderramán) y salieran árabes (Boabdil). Un icono perentorio
que imponía su condición de símbolo de la conquista en nombre del Dios
de los cristianos.
Puede
ser, ya digo, que esta talla policromada de reminiscencias visigóticas
entreverada de renacimiento y de similar iconografía con la Virgen del
Rosario, la tan venerada por la Orden de los Dominicos (ojo al dato),
fuese la imagen que hoy vemos trajeada en plata con el estilo en el
ropaje de los Austrias, tan retratado por Velázquez, y recamada en
piedras preciosas por la generosa dádiva de la promesa de una señora, y
que fueron aligeradas por la codicia o la rapiña de las guerras, y
luego, posteriormente, sustituida por gemas de menor calidad en pureza. .
Pero
también hay otro dato. Se sabe que los dominicos, devotísimos marianos
en advocación del Rosario, hacían remontar el origen de esta devoción al
fundador de la orden. Alrededor de 1210 la Virgen se habría aparecido a
Santo Domingo donándole un rosario que éste llamó corona de rosas de
Nuestra Señora. La Virgen del Rosario no apareció sobre ningún monumento
figurativo anterior al último cuarto del siglo XV. Se trata de una
devoción tardía más o menos contemporánea del culto de la Virgen de los
Siete Dolores y muy posterior a las Vírgenes de la Piedad o de la
Misericordia. Puede coincidir en el tiempo. Pero para más coincidencia
la Virgen se presenta sentada, con el Niño Jesús sobre las rodillas, y
es ella o el Niño, en la nuestra el futuro Jesús es Cristo, quienes
presentan el rosario a Santo Domingo. La nuestra sin la coraza argéntea
parece, como demuestra la foto, estar bajo una perspectiva sedente.
Y
qué tienen que ver los dominicos en todo esto. Una carta recopilada por
Jorge Alonso García es carita de plata al respecto: “Poco después de
recuperada esta ciudad y expelidos los agarenos, parece ser se intentó
fabricar en ella un convento de la Orden de Santo Domingo”. La dicha
fundación, se añade posteriormente que no llegó a realizarse, pudiera
haber sido proyectada paredaña a las murallas. Precisamente el hallazgo
de la imagen, cuentan, se produce en un pozo de la calle Antigua justo
cercano a las murallas y al punto de ella conocido como Puerta de Vélez.
¿Pudo ser la imagen olvidada por estos dominicos que no llegaron a
realizar su convento u ocurrió alguna revuelta, de las muchas algarabías
que se sucedían en aquellos momentos, que hizo ocultarla? Todas las
premisas pueden concatenarse por azares que determinara que la imagen
fuese estandarte y a su vez los dominicos la tomaran como símbolo
devocionario protector al estar la Antigua, venerada en muchos puntos de
Castilla, en simbología del Rosario. Nos movemos en arenas movedizas
del tiempo y sus enigmas.
Septiembre es el mes de la Virgen. Eso lo saben todos los granadinos
y muchos forasteros. Pero pocos recuerdan que, en los cinco siglos
que lleva existiendo la Hermandad de las Angustias, muchas otras
veces ha salido la procesión fuera de su fecha tradicional.
La costumbre de sacar la procesión en Septiembre se fue generando
en el último tercio del siglo XIX y se consolidó cuando
el 20 de septiembre de 1913 se realizó su solemne coronación
canónica en el Embovedado, en una jornada luminosa y multitudinaria.
Desde entonces casi todos los septiembres han visto a la Virgen
en la calle. Sólo lo han impedido la República, la
guerra y la lluvia. Pero además la Señora de la Carrera
ha estado siempre junto a los granadinos, cuando la han necesitado
o han implorado su ayuda.
Corona de coronación de la santísima virgen de las Angustias,
patrona de Granada y su archidiocesis. Regalada por el pueblo de Granada
para su coronación canónica el 20 de septiembre de 1913.
A mediados del siglo XVI fue haciéndose famosa la ermita
que había en la margen izquierda del Genil y tenemos pocas
noticias de procesiones organizadas por aquella hermandad en la
que cada vez iban ingresando más granadinos. En octubre de
1567 el rey Felipe II donó terrenos en la otra margen del
río, más cerca de la ciudad, para edificar lo que
será la actual iglesia y pocos años después
se realizó la primera gran procesión fuera de temporada:
el traslado del cuadro, que representaba La Quinta Angustia de María,
desde la antigua ermita hasta la nueva iglesia, erigida como parroquia
por el arzobispo Pedro de Castro en 1604. Antes de esta fundación
parroquial se había producido la más larga procesión
que jamás haya tenido la Virgen de las Angustias en toda
su historia: el viaje desde Toledo hasta Granada. Al parecer aquellos
miembros de la Hermandad deseaban una escultura, mejor que el cuadro
al que rendían devoción y, conocedores de que otra
hermandad toledana poseía una bella imagen, encargaron una
copia a la ciudad manchega. La leyenda ha adornado con ángeles
y enigmas esta “procesión” y al final en los
últimos años del siglo XVI la imagen de las Angustias
ya estaba en Granada. Los desagravios
A lo largo del siglo XVII la parroquia de las Angustias fue creando
su feligresía y su legión de devotos. No podía
competir con la patrona de Granada, que durante muchos años,
siguió siendo la Virgen de la Antigua, pero ya participaba
de las primeras en los actos litúrgicos de aquel religiosísimo
siglo. Uno de los más sonoros fue el de 1640. El jueves santo
de aquel año aparecieron clavados en la puerta de la catedral
unos papeles ofensivos para la Inmaculada. Toda Granada se lanzó
a realizar actos de desagravio que duraron varias semanas. Y la
Virgen de las Angustias fue de las más puntuales y organizadas.
Los vecinos y cofrades la sacaron en procesión en 29 de mayo
y realizaron una larga función de desagravio a la Virgen,
poco antes de irse a los toros, que entonces se corrían en
la puerta de la iglesia o en el cercano humilladero.
Pero será el siglo XVIII el gran siglo de Las Angustias,
Virgen viajera en copias y reproducciones. Entre estas recreaciones
que fueron viajando a diferentes lugares, una se quedó muy
cerca, es la de mármol gris que centró la fachada
de su templo. Otra fue la que colocó el arzobispo Ascargorta
en la fachada de su palacio que da a la Plaza de Bibarrambla, el
miércoles de ceniza de 1716 y decenas más las fue
propagando la imprenta hasta las más recónditas bibliotecas.
Así se fue haciendo la imagen y así sus miles de procesiones
incluso por las calles de Granada, tomando forma de almanaque, azulejo
o estampa. Cada granadino devoto de su patrona, hace una diminuta
procesión cuando pone a la Virgen en Fajalauza en su balcón
o lleva su estampa en el bolsillo más cercano al corazón.
Pero la Virgen por excelencia es la de la Carrera y a ella hay
que ir cuantas veces se pueda. Por eso un papa con igual nombre
que el actual pero muy anterior, Benedicto XIII, concedió
el 20 de febrero de 1725 varias indulgencias a los que visitasen
el templo de la patrona. Fiestas y catástrofes
La procesión es una fiesta, pero algunas fiestas han necesitado
también de la procesión. Cuando se terminó
su camarín se aunaron fiesta y procesión para llevar
a la Virgen hasta su sede definitiva. Fue el día 13 de marzo
de 1760 y cuantas las crónicas que en aquella procesión
desde la Catedral danzas, paso de la tarasca, gigantes, diablillos,
cómicos, arcos de papel y luminarias ingeniosas. Todo fue
alegría y vistosidad. Sin embargo pocos años antes,
el 1 de noviembre de 1755 un gran terremoto, con epicentro en Lisboa,
causaba numerosas víctimas en todo el suroeste peninsular,
salvándose Granada ‘de milagro’. Se realizó
una acción de gracias y un voto a la Virgen de las Angustias,
pero la procesión no fue solemne por ser el día de
todos los Santos. Otro tanto ocurrió el día 26 de
diciembre de 1885 día en el cual la función fue en
agradecimiento por haber librado a Granada de los terremotos de
Alhama.
Pero no sólo lo telúrico y sus catástrofes
han ocasionado la salida extemporánea de la Virgen de las
Angustias, sino que también otras causas, entre las que destacan,
sobre todo, lo meteorológico y lo sanitario. El 11 de octubre
de 1764 el Ayuntamiento agradeció a la Virgen que librase
a Granada de la gran tromba de agua caída el día 3
de aquel mes. Por el contrario en marzo de 1849 se sacó la
procesión de la Virgen de las Angustias para implorar la
lluvia tras largas sequías de aquel invierno. También
las rogativas y procesiones del 5 de diciembre de 1882 y del 12
de abril de 1945 fueron para pedir la lluvia.
En lo sanitario también la Virgen ha tenido mucho protagonismo.
Además del hospital que lleva su nombre y que estaba situado
junto al templo, la salud de los granadinos se ha colocado bajo
el manto de su patrona. En septiembre de 1804 se realizaron rogativas
con la imagen hasta la catedral, para que cesase la fiebre amarilla
que azotaba a Granada. En 1854 las rogativas, también hasta
la catedral, fueron por la epidemia de cólera y le acompañó
San Miguel. La procesión de septiembre de 1860 fue en acción
de gracias por haber pasado otra gran epidemia. Dos guerras
Dos de las salidas más famosas de la Virgen de las Angustias
tuvieron como motivo la guerra de la Independencia y la guerra civil
de 1936. El 17 de enero de 1810, la Junta de Defensa de Granada
y el Cabildo de la ciudad organizaron otra rogativa con la Virgen
de las Angustias para que librase a Granada de los franceses, que
no obstante aquellos extranjeros entraron por Puerta Elvira el día
28 al mando del general Horacio Sebastiani. Y en 1939 la procesión
fue en el mes de abril. El día 1 de abril los españoles
habían escuchado por la radio el parte final de la guerra
y los granadinos se dispusieron a dar gracias a la Virgen de las
Angustias. Es de las veces que una imagen de ‘Pasión’
ha salido casi en Semana Santa, porque aquella procesión
con la Patrona en acción de gracias por fin de la guerra,
fue el día 9 de abril, Domingo de Resurrección.
Lo bélico también es motivo ubérrimo en la
devoción a las Angustias, desde las rogativas por la guerra
de África, celebradas en noviembre de 1859, hasta la despedida
de la división azul, pasando por los alféreces provisionales.
Pero fue un accidente el que obligó a la “procesión”
más agitada de la historia de la Virgen de las Angustias.
En julio de 1916 se declaró un incendio en su camarín
y los devotos tuvieron que sacar precipitadamente a la imagen, con
riesgo de sus vidas. Fue llevada a la Catedral y allí permaneció
hasta el viernes de Dolores de 1917 en que volvió a su templo
restaurado y a su camarín reconstruido.
Septiembre es el mes natural de la Virgen. Ojalá que las
veces que salga fuera de este mes sean por regocijo y alegría
y nunca por catástrofes naturales o provocadas por los hombres.
Redacción Ideal Digital |
Especial Virgen de las Angustias
La
Hermandad de Ntra. Sra. de las Angustias
de
Granada
Con la
cristianización de Granada por los Reyes Católicos, se inicia la devoción
granadina hacia la Virgen de las Angustias
al venerarse,
en la ermita cercana al puente Genil, el cuadro de la Quinta Angustia del
pintor Francisco Chacón donado por Isabel la Católica.
En 1545
se funda un Hermandad para rendirle culto por iniciativa de 20 hortelanos
de los alrededores. El 26 de Octubre
de este
año es aprobado el libro de Constituciones de la Hermandad bajo el título
de “Regla y luz de Ordenanzas de
la
Cofradía de las Angustias y Transfixión de Nuestra Señora y de Santa Susana
y Ursula”, siendo en un principio
Devocional
Mariana con carácter abierto, exigiendo ciertos requisitos de orden moral
y sostenida por todos los hermanos
mediante
el pago de cuotas.
Su importancia
aumentó y el 7 de Marzo de 1556 se convierte en Hermandad de Penitencia
y Sangre, realizando estación
de penitencia
el Jueves Santo por la tarde o el Viernes Santo por la mañana. Se portaban
dos imágenes, Cristo Crucificado (hoy en la Sacristía)
y Ntra.
Sra. de las Angustias, manteniéndose durante todo el s. XVI.
El 17
de Mayo de 1612 adquiere carácter de Hermandad Sacramental, mantenido
hasta la actualidad, bajo el título de Hermandad de
Ntra.
Sra. de las Angustias y del Santísimo Sacramento.
A partir
del 22 de Septiembre de 1674 se cumple el deseo de ser una Hermandad Hospitalaria,
en un principio para uso restringido de los hermanos
pero
más tarde de amplia labor asistencial, destacando la gran función social que
desempeñó y el gran prestigio que consiguió.
El elevado
coste de mantenimiento motivó la fundación de la primera sección de la Hermandad,
el Cuerpo de Horquilleros, creado en Abril de 1678
a propuesta
del entonces Mayordomo, Sr. Conde de Monte Suma. Los Horquilleros debían costear
la horquilla mediante el pago de una determinada
cantidad
y eran los encargados de portar la sagrada y venerada Imagen. En 1679 ocho
horquilleros portaban a Jesús Nazareno, igual número
al Crucificado
y doce a la Virgen de las Angustias. Desde entonces se convirtieron en elemento
imprescindible en sus salidas profesionales.
En la
actualidad son más de mil setecientos los Caballeros Horquilleros.
En el
s. XVII, la popularidad de la Virgen de las Angustias, había sobrepasado a
otras devociones marianas de Granada como la de Ntra. Sra. de
la Antigua,
patrona
de la ciudad durante el s. XVI. El auge de la devoción fue paralelo al aumento
del culto. Con motivo de la terminación del nuevo templo en 1671,
se celebraron
fiestas durante ocho días del mes de Septiembre, precedente de las fiestas
dedicadas a la Virgen de las Angustias establecidas
definitivamente
a partir
e 1887.
La Hermandad
alcanzó la protección por parte de la Corona en el s. XVIII, cuando el rey
Fernando VI la declara de su Real Patronato,
“
mandando que se guardasen todos los privilegios y prerrogativas que gozaban
las iglesias y fundaciones de su Real Patronato y
que
en todas las insignias que usase la Hermandad se pusiese el escudo de sus
reales armas; nombrándose Hermano Mayor y vinculando
esta
gloriosa prerrogativa, perpetuamente en su real familia y en su descendencia...
“. Eltítulo de Real Hermandad,
se aprobó mediante Real Cédula
de 26 de Febrero
de 1747. Desde entonces se considera al Rey de España, Hermano Mayor perpetuo.
Actualmente S.A.R. el Príncipe de Asturias, D. Felipe de Borbón
y Grecia ostenta
el título de Decano de Honor.
Desde
el s. XVII el pueblo la aclama como su Patrona, reconocimiento oficial otorgado
por el Papa León XIII, momento desde el que la Hermandad puede considerarse
Patronal.
La Muy
Antigua, Pontificia, Real e Ilustre Hermandad Sacramental de Ntra. Sra. de
las Angustias, ha desempeñado un notable papel en la
historia eclesiástica de Granada. Hoy en
día la Hermandad cuenta con más de dos mil hermanos/as entre sus distintas
ramas: hermanos oficiales, horquilleros, palieros,
camareras y hermanas cofrades.
Himno oficial a la Santísima Virgen de las Angustias
CORO
Oh Virgen de las Angustias,
Reina y Madre de Granada,
que es, a tus plantas postrada,
hoguera de fe y de amor;
En la vida y en la muerte,
protégenos con tu manto,
y nos consiga tu llanto
el amparo del Señor.
ESTRIBILLO
Hay una Madre de amores
que adora Granada entera;
La Virgen de las Angustias;
La que vive en la Carrera.
PRIMERA ESTROFA
Desde las costas que el azul baña,
Hasta la sierra, cumbre de España,
donde es la nieve blanco fulgor;
Desde los riscos alpujarreños,
A los alegres campos lojeños,
Madre del alma, Tú eres el sol.
Estribillo
SEGUNDA ESTROFA
De nuestra Alhambra los ruiseñores,
de nuestras fuentes los surtidores
bajo el bendito cielo andaluz,
cantan el himno de la esperanza
y los favores que de Ti alcanza
toda Granada junto a la Cruz.
Estribillo